Estoy pensando en quedarme esta mañana en casa.
Tengo biología de doce a dos en Madrid, pero lo que vamos a dar (genética) yo ya lo hago con los ojos cerrados.
Además, tengo muchísimas cosas que hacer aquí en casa: tengo que tocar el violín (tengo clase esta tarde y no he estudiado nada), tengo que pasar a límpio unas cuantas cosas de la academia, tengo que hacer ejercicios, estudiarme la teoría celular y los orgánulos, estudiarme también la tabla periódica, acabar el arreglo de la marcha nupcial para cuarteto de cuerda, ir haciendo una lista con las cosas que me voy a llevar de viaje... Todo para mañana por la tarde.
Definitivamente, creo que no voy a ir a la academia.
De hecho, es probable que ni siquiera vaya a orquesta, aunque eso aún no lo he decidido. Esta tarde llamo, pregunto si ha venido ya Jorge Piedra, y según lo que me digan, voy o no.

Mañana por la mañana tengo lengua y química, pero de momento voy genial, así que sé que me lo voy a pasar bien, y si ya tengo todos los temas antes mencionados resueltos, va a ser como un paseo para relajarme. Y por la tarde, que no tengo orquesta, aprovecharé para preparar la maleta, hacer algunas compras para el viaje (como un mini-paraguas) y llamar al churri para despedirme. Así pues, como dije antes hoy es realmente el último día de trabajo. ¡¡Después, a vivirla!!
Y estoy deseando descansar, este trimestre ha sido bastante agitado.
Bien, es oficial. A las diez llamo a la academia y les digo que no voy; que avisen a mi profesora de biología.
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