En el cuerpo de una mujer...

En el amor...


En las calles...

En el ansia de enseñar, y el deseo de aprender...
A lo largo de la historia, músicos y compositores, como el resto de los maestros de las distintas artes, han encontrado inspiración en las más cotidianas cosas de la vida.
Gracias a ellos, hoy podemos escuchar maravillosas obras que hacen que las emociones surjan a flor de piel.
Hoy me siento una auténtica violinista. Y una auténtica músico (¿o será música?).
2 comentarios:
La música, cosa de musas... Es el arte que siempre ha buscado ser el espejo de los sentimientos del músico, cuando éste se encuentra en una situación que le produce admiración, asombro, tristeza, miedo... Es el arte más sublime de todas las artes, capaz de conmover tanto al oyente como al intérprete, capaz de transmitir esas sensaciones de una manera increíble.
También, esta forma de mostrarse al mundo, es un fuerte vínculo de unión entre diferentes países, culturas, grupos étnicos y personas. ¿Estaría acaso yo escribiendo aquí, ahora, si no llega a ser por ella? Está claro que la música vive en cada una de nosotras y nosotros. IV - V - I
Ni tú estarías aquí escribiendo, ni yo respondiendo. Ni yo te diría que me gusta tu mirada, ni tú me respondería que a ti te gusto yo.
No habría habido concierto del 28 de junio.
Ni orquesta de Rivas.
Ni Heidelberg.
Ni semana de alemanes en Alcalá.
Amaral no habría cantado en la radio de aquel taxi.
La música... Le debemos demasiado. Menos mal que es lo bastante desinteresada como para dárnoslo todo sin pedirnos nada a cambio.
La música... Esa que siempre estará ahí. Que siempre nos unirá, pase lo que pase.
I-IV-V.... V... V... (Malditas cadencias rotas!!!)
Te quiero.
... V-I :)
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