lunes, 8 de diciembre de 2008

El día después de...

Gris mañana de lunes. Festivo. Aquí dentro hace un agradable calor, mientras al otro lado del cristal la lluvia cae sin parar.

No sé a qué atenerme. No sé si esta vez por fín se ha llegado al fondo de la cuestión, al cómo volver a dejarlo todo como estaba. Considero que todo es cuestión de actitud, pero me pregunto si realmente ambos trataremos de cambiarla, o si se quedará como una simple tontería mencionada en una extraña tarde de domingo.

¿Veis? Esa es otra de las cosas que ha cambiado.
Hace unos meses no se me habría ocurrido dudar, porque sabía que con sólo hablar del tema, ambos lo daríamos todo para intentar cambiar lo que no nos gustaba.
Sin embargo, ahora sé que si confío ciegamente en que las cosas van a cambiar, puede que acabe sonriendo porque mis expectativas se han cumplido... O puede que me acabe dando el batacazo contra el suelo, y pasándolo mal.

Bueno, ya que no sé muy bien a qué atenerme, casi mejor no me atengo a nada.
Simplemente espero a ver cómo evolucionan las cosas, y si las semillas maduran o no; y mientras tanto trataré de poner un ligero toque de humor en mi manera de ver la vida; que al fin y al cabo, es lo que siempre me ha caracterizado.
Además, pase lo que pase... ¡No será tan malo como para borrarme la sonrisa!
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