miércoles, 11 de febrero de 2009

Ahora sí: SE ACABÓ

Y entonces me abrazó.
-Nuxi... ¡Te quiero, brujilla!

Me aferré a su cuerpo; en parte con miedo de volver a perderlo antes siquiera de haber podido sentirlo entre mis brazos, en parte con el deseo de volver a abrazarlo con tanta fuerza como antes.
Entonces, la emoción fue más fuerte. Me eché a llorar, sin saber si mis lágrimas eran de rabia, tristeza y frustración debido a los días pasados. Si se debían a la alegría de volver a sentir sus brazos rodeándome con fuerza. O si eran la simple consecuencia de todo el estrés acumulado durante casi un mes.

-Tranquila. Esto sólo ha sido una mala temporada para ambos. Y estos días sólo han sido la resaca. Pero ya está todo como antes... ¡¡Y mañana es

12!!

Entonces sonreí. Y después una carcajada nació de algún lugar de mi garganta, como hacía tiempo que no nacía ninguna, sin que apenas fuera yo consciente de ello.
Jamás habría esperado del día de hoy algo como esto.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi niña! Ya te dije que ha sido una época un poco desagradable para ambos, una época que debemos dejar un poco apartada en un rincón después de haber aprendido algo de ella...

Cuando hay tormenta, las olas del mar embisten contra la playa, llevándose consigo piedrecillas, arena, conchas... y luego, cuando la ola retrocede se adueña de todo aquello que ha arrancado. Por suerte, lo normal es que las olas no tengan tanto carácter como para conseguir esto muy a menudo... Además, miremos el lado positivo de esto: si no existieran estas tormentas, jamás veríamos aparecer el Sol entre las nubes.

Mi niña! Ocho mesecitos! Muchísimas felicidades! Te amo, mi vida, y siempre con la vista puesta al frente!