lunes, 16 de febrero de 2009

Otro día

Bucay escribió una vez que aprender a decir "no", era bueno. Y que, como para todas las cosas las cosas buenas, aprender a decir "no" requería pagar un precio por ello.
También escribió que, en este caso, el precio sería empezar a descubrir aspectos desconocidos de gente en la que hasta ese momento eran impensables, incluso de los propios amigos. Aspectos como la nuca, la espalda...
Y hoy he podido comprobar en un par de ocasiones, que Bucay tenía razón.

Ha sido un día ajetreado, tal vez no físicamente, pero sí anímica y mentalmente hablando.
Sin nada que agradecerle a nadie (tal vez a Josh algunas sonrisas, y nada más), me despido hasta mañana, por lo menos.
.
.
La verdad, no estoy triste. Tan solo... abatida.
.

1 comentario:

El Ladrón de Sonrisas dijo...

No te voy a mentir.

Esperaba esta entrada.




Me gustaría que hablases conmigo de vez en cuando para saber como te sientes, si es por mí o por qué o quién es, de verdad que no entiendo nada Anuxa...


No había leído las entradas desde x lo menos el día 10 o por ahí...con razón pensaba que estabas rara.



Bueno de todas formas tú verás, ya sabes que es tu vida, no pienses que me quiero inmiscuir, pero tampoco me gusta verte mal y que no hables las cosas.


Bueno rayaduras aparte, te veo mañana ;D



bSs