domingo, 22 de marzo de 2009

Insomnio

Ojalá pudiera estar conduciendo ahora mismo.

Me encanta llevarme el coche. A cualquier parte. Cuanto más lejos mejor.
Me permite evadirme.
Disfrutar del espacio interior de "mi" Peugeot, de la carretera. Observar a los demás coches. Cantar lo que quiera que suene en la radio...
Me permite dejar de pensar, sin tener que realizar ningún esfuerzo.

Exactamente lo que necesitaría ahora.
Y sí. Hacía mucho que no padecía de insomnio.

Lo que odio de apagar el móvil por la noche, es que al final la esperanza me puede.
(Por eso siempre prefiero la marca de móviles Nokia. Son los más resistentes a los golpes.)
Lo apago para no llevarme decepciones porque quien debería estar ahí no lo está. Pero al final siempre acabo cayendo en la tentación, y lo enciendo.
Después lo vuelvo a apagar... Durante unos 15 minutos.
Y así me puedo pasar (enciende-apaga-enciende-apaga) toda la noche, o hasta que me venza el sueño.
Y me da igual que sea la una, las dos, o las mil y monas. A mi cabeza le importa un comino que a estas horas todo el mundo esté durmiendo, menos yo. Y le importa tres pepinos que mi movil no vaya a volver a sonar hasta bien entrada la mañana.

Y así me ha pasado. Ya es la cuarta vez que se me cae el móvil esta noche, bien al dejarlo en la mesilla, o bien al cojerlo.
Pero tranquilos... es Nokia.

"La ilusión es el principio de la fantasía".
-Greguerías-
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