miércoles, 1 de abril de 2009

Imposible decoro adolescente.

Presos los dos de aquel imposible decoro adolescente,
ni yo me sonrojé ni usted tampoco
hizo nada por llamarse al orden
cuando después de las risas y las aceitunas rellenas,
habiéndonos lubricado previamente el oído
con una minuciosa lista de vicios sexuales,
fuimos al amor como quien va al estanco de los primeros
cigarrillos.

-Almudena Guzmán-

No hay comentarios: