
Caminaba sola, ausente, por el caos de la calzada.
Tan sólo acompañada de su perro, mantenía la mente en blanco.
...
Y por no pensar, ni siquiera pensó en ti.
.
Hay dos clases de escritores geniales: los que piensan y los que hacen pensar. -Joseph Roux-
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