miércoles, 19 de noviembre de 2008

La última entrada del día.

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Confiando en que te dé tiempo a leerme antes de acostarte, sólo te escribo para darte las buenas noches, y hacerte saber lo mucho que te quiero.

Te voy a echar de menos mañana por la mañana. Más de lo que imaginas... Ni siquiera me has contado qué haras mañana, aunque imagino que te levantarás tarde, irás a la autoescuela, perderás un poco el tiempo, comerás, harás el trabajo de la uni, y te vendrás ya para acá.

Sin embargo... Te echaré de menos.

Hasta mañana por la tarde, Peke.
Buenas noches, y un TE QUIERO.

Dulces sueños, mi ángel. ;)

PD: Ahora que me has hecho comprender que todo el sentimiento estará ahí aunque lo material desaparezca. Ahora que sé que no necesito escuchar el sonido del "cencerro" para saber que estás ahí; y que ya ni siquiera hace falta que lo haga sonar para que mi ángel sepa que estoy mal y le necesito. Ahora que el sentimiento va más allá de todo cuanto la razón podría concebir. Ahora más que nunca...

GRACIAS POR EL PASEO DE ESTA MAÑANA.
GRACIAS POR EL DETALLE DE ESTA TARDE.

Te amo, borreguiño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quiero que nunca se te olviden las palabras de esa tarde, lo más importante nunca desaparece. Ahora más que nunca, después de todo lo que has hecho por mí esta mañana, te doy también las gracias, y las gracias por ser como eres.

Estaré a tu lado cuando más me necesites. Cuando pienses que nada puede ir peor, cierra los ojos y llámame, sabrás que estoy dentro de tí. Te amo, reina!