viernes, 19 de septiembre de 2008

El beso.

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Cuando se vieron a lo lejos, una sonrisa asomó a sus labios. Cuando se acercaron, sus miradas comenzaron a brillar. Se besaron abrazados, suavemente, con ternura, sin prisa, como si su beso pudiera romperse si lo trataban con demasiada brusquedad.
-¿Qué tal? -susurró él.
-Muy bien -contestó ella entre susurros, volviendo en seguida a acariciar los labios del chico con los suyos -. ¿Y tú?
-Muy bien -respondió con una sonrisa sin romper el aterciopelado beso que estaban tejiendo entre los dos.
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Y entre tanto, el mundo se detuvo. Nadie pasó junto a la pareja. Nadie habló. El viento dejó de soplar y los pájaros de trinar.
Nada ni nadie osó invadir aquel instante.
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2 comentarios:

Jesús V.S. dijo...

Y todo ello dio posibilidad al fotógrafo Robert Doisneau a captar esta preciosa imagen. :)


Un besito vecina.

Anónimo dijo...

El tiempo se detiene cuando miro tus ojos, cuando miro tu boca, cuando me viene tu imagen a la cabeza...

El tiempo no existe cuando te toco, cuando te beso, cuando te abrazo...

El tiempo no está cuando siento tu aliento, cuando te oigo respirar, cuando me siento dentro de ti...

Hace ya algún tiempo que siento que los minutos no pasan, las horas se congelan, los días no se atreven a discurrir, pero nuestra música sigue sonando, nuestra vida sigue creciendo, y es que a tu lado todo parece que se detiene, y es que a tu lado todo parece diferente...

Te amo, Nuxi!