"Yo sé de una persona que, esté despierta o esté soñando siempre anda acompañada de una chica muy especial, una amiga y compañera que le hace ver las mejores caras de la vida, incluso en los peores momentos.
Un viajero, que al igual que ELLA, duerme o despierta para volver a sentirse querido por esa persona al abrir los ojos, aunque por muy fabulosos que puedan llegar a ser los productos de la imaginación a media noche, este hombre prefiere quedarse con los pies anclados al suelo, y con los ojos puestos en el horizonte de sus sueños, con más motivos en días como éste.
La vida con ELLA es éste horizonte, aquel hacia el que rema sin temor, a veces en un mar cálido y tranquilo, a veces luchando contra las tormentas que azotan su barca.
Te quiero, Ana."
Este es el comentario que mi niño me escribió en el blog ayer. Si le añadimos un sms precioso recibido algo antes del comentario, tenemos un subidón (moral y de azúcar) que acabó con todos mis males.
Era lo que necesitaba, pero siempre me sorprende cómo se puede llegar a superar a sí mismo.
Leo cosas como éstas y siento la necesidad de volar a sus brazos como el pájaro libre que siempre soy con él.
En fin, peke; ya sé que quedamos ayer en dejar la conversación tal como estaba, pero no podía dejar pasar este comentario ni el mensaje de ayer sin decirte:
"Y yo sé que me quieres... aunque a veces tampoco lo parezca."
Te quiero mucho, Jose. Gracias por este comentario, que sabe cerrar heridas y abrir corazones.
Gracias, y lo siento.
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1 comentario:
Hola, niña! Muchas gracias por haber escrito una entrada encabezada por un comentario mio y por valorar esas cosas tanto como las valoras. Muchas gracias por la sonrisa que acabas de dibujar en mi cara y por hacer que todos los sentimientos corran por mi piel en estos momentos. Muchas gracias por dejarme anidar en el centro de tu corazón y dejarme que me encargue de sus emociones.
Gracias por ser así. Te quiero mucho, amor!
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