martes, 25 de noviembre de 2008

Conversación telefónica.

Me encanta estar con mi novio cuando está hiperactivo y eufórico.
En cambio, para hablar por teléfono con él, le prefiero tranquilo y sosegado.

Porque cuando está eufórico, me besa de manera distinta, me abraza con todas sus fuerzas (como si mañana se fuera a acabar el mundo), me muerde las orejas y el cuello, juega con mis manos...
Pero es imposible mantener una conversación coherente con él sobre cómo ha ido el día o cómo nos sentimos mutuamente sin que algo ajeno a nosotros (como un golpe, la impresora, o algo que ha leído) atraiga su atención interrumpiendo la conversación cada dos minutos.

Si al final va ha tener razón la profesora de Psicosociales cuando nos dice que el lenguaje no verbal es el 93% de toda la comunicación...

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