jueves, 15 de noviembre de 2007

Mi profesor de violín: ese gran desconocido.


Mi profesor de violín:

*Ese hombre que se cruzaba con sus alumnos por los pasillos y apenas era capaz de susurrar un escueto "Hola".
*Ese hombre que, según entrabas en clase, levantaba un muro invisible entre los dos que creaba una atmósfera fría y hostil durante toda una hora.
*Ese hombre que evitaba a toda costa el contacto físico, aunque fuera un "la mano del arco se coloca mejor así" acompañado de una recolocación de los dedos de la mano derecha.
*Ese hombre seco, frío y distante, que tuvo problemas con Rosa, una antigua alumna suya, porque ella hacía bromas en clase y a él no le gustaba eso.
*Ese hombre que me miraba mal cuando llegaba a clase con una camiseta demasiado escotada.
*Ese hombre que siempre medía cada gesto y cada palabra, que nunca decía una palabra más alta que otra, y que por supuesto nunca decía palabras malsonantes (llámensele también tacos).

*Ese hombre que, de repente, después de tres o cuatro años dándome clase de la misma forma, un día me dijo: "Perdona... A ver... Así, con el violín un poco más arriba", mientras me cogía los hombros y la espalda para que me colocara bien.
*Ese hombre que, un buen día, hizo una broma en clase. Y lo bueno es que fue divertida. Y nos reímos un montón (¡¡sí, en serio, él también se rió!!).
*Ese hombre que a principio de curso me llamó un par de veces cuando yo aún estaba de vacaciones para preguntarme qué tal lo estaba pasando, si estaba estudiando mucho, e informarme del día y hora de mi clase de violín durante el curso (que, amablemente, se había encargado él de mirar cuándo me venía mejor tener con mis horarios en el conser).
*Ese hombre que, cuando llegué al conservatorio y me acerqué a su aula para confirmar el día y hora de la clase, me saludó con dos besos.
*Ese hombre que ahora me saluda por los pasillos del conser alegremente, y que incluso se queda a charlar un rato conmigo.
*Ese hombre que el otro día me sonrió diciendo "¡Qué guapa vas!", cuando me crucé con él vestida con un vestido nuevo, corto (por supuesto), y unas botas.
*Ese hombre que ayer me dijo: "En este pasaje corres un huevo".

Ese hombre que hace que ahora las clases de violín se me hagan cortas y que me olvide de mis malos días. Que provoca que, durante una hora, los problemas sean de otros.
Ese hombre que, no se sabe por qué, ha cambiado su actitud completamente.
Ese hombre al que tanto voy a echar de menos dentro de seis meses, cuando acabe definitivamente el conser.
Mi profesor de violín: ese gran desconocido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

quien es ese hombre!? jajaja novela que triunfo... me gusta me gusta... Animo anuxi, buena descripcion de ese tipo realmente raro hee... de pronto me animo un dia a hablarle visto que cambio de actitud!! :)

beso

Anónimo dijo...

Juer!! Me he metido corriendo a ver el comentario por si era de tu profe de violín!!! XDXDXDXD (qué decepción me he llevado... habría sido un puntazo). Bueno, Anuska, haber si un dia narras nuestra historia erótica festiva de amor/odio. ^^ Me encanta tus spaces. Sigue así, pequeña escritora!! MUAKA!!